El debate hoy no es un frente entre la izquierda y la derecha política, es una lucha entre la macro-economía y el individuo visto únicamente como parte del engranaje o una herramienta y que a la vez debe consumir lo que producimos sin desmayo.
De todas formas si miramos al pasado descubriríamos que textos que hoy probablemente serian tachados de filo comunistas y revolucionarios son dogma de fe por ejemplo del partido republicano de los EEUU (para nada sospechoso de pertenecer a la izquierda ¿verdad?) como el texto de la declaración de independencia de Thomas Jefferson.
Reproduzco un fragmento: «Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios,el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que los gobiernos establecidos hace mucho tiempo no se cambien por motivos leves y transitorios; y, de acuerdo con esto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de las formas a las que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el derecho de ellos, es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad.»
AMEN. Hermoso texto y tan vigente como aquel 4 de Julio de 1776.