Papeles de Panamá

He viajado recientemente a Panamá por trabajo en varias ocasiones y resulta que el tema de los bufetes de abogados que ofrecen compañías o empresas anónimas está y lleva estando a la orden del día mínimo desde los años setenta. Uno va a uno de estos bufetes y le ofrecen una compañía que ya existe pero no tiene actividad alguna por alrededor de mil dólares o bien puede crear una compañía nueva (al gusto del cliente), después puede elegir entre tener acciones nominativas o no nominativas, aquí está la clave del tema: si la compañía tiene acciones nominativas debe tener un representante legal cuyo nombre y documentos deben constar, así como la participación accionarial de cada socio constando sus nombres y número de pasaporte, etc. Sin embargo si compramos una compañía con acciones no nominativas pongamos la «Tropical General Trading» estamos asumiendo el querer ocultar la verdadera identidad de la persona o  personas que están al frente de la compañía (las tres cuartas partes de este tipo de compañías han sido creadas para evadir impuestos, parte de la cuarta parte restante para cosas mucho peores). Por ejemplo: Un ciudadano griego que compre un petrolero con la intención de registrarlo bajo bandera panameña, valga el ejemplo, recurrirá a acciones no nominativas. Si el petrolero se viese involucrado en un vertido de petróleo cuyos daños ascendiesen a varios millones de dólares, la búsqueda del responsable acabaría en el escritorio del bufete de abogados. No habría nadie que pudiese averiguar jamás el nombre del propietario griego del petrolero para presentar demanda contra él o contra su compañía. Eso sí el derecho panameño exige que este tipo de compañías tengan tres directores y tres miembros al menos en su junta directiva (que pueden ser perfectamente los tres directores), en el bufete de abogados le ofrecerán la posibilidad de que consten como directores de la compañía tres socios del bufete y como accionistas trabajadores de la plantilla del bufete, sin embargo el bufete le entregará al verdadero dueño el 100% de las acciones no nominativas y la realidad según el derecho panameño es que el dueño es el poseedor de las acciones que pueden ser firmadas o dejar el espacio en blanco (todo legal).

Ya solo queda extender un poder notarial a uno de los directores de la compañía (probablemente uno de los socios del bufete) y el realizará por el verdadero dueño de la compañía todas las gestiones que le ordene, adicionalmente abrimos un número de cuenta en un banco panameño a nombre de la compañía y una dirección postal donde el bufete retirará nuestra correspondencia, después solo queda pagar los honorarios del bufete por la creación de la compañía y las gestiones posteriores que realice en nuestro nombre, así como pagar el impuesto de sociedades al Gobierno de Panamá. Toda esta gestión para obtener la compañía se realiza en el plazo de una hora aproximadamente…..

A partir de aquí disponemos de una institución mercantil que podemos emplear en cualquier parte del mundo para hacer prácticamente todo lo que nos viniese en gana: evadir impuestos, comprar o vender armas; alquilar un avión, un barco o una casa; pagar dinero a quien queramos, sobornar al primer ministro, contratar a un asesino para que se encargase de matar a alguien por nosotros o a un experto en explosivos para que colocase una bomba en el lugar que eligiésemos. No había medio alguno por el que alguien, bien fuese un Gobierno, una agencia de detectives, una institución de supervisión o un servicio secreto, pudiese atravesar aquella fachada de papel tras la que nos ocultamos como propietarios de la compañía y promotora de sus actividades. Durante la hora que pasamos en aquel bufete de abogados no necesitamos sacar en ningún momento el pasaporte de nuestro bolsillo para identificarnos. El señor director del bufete no tiene la menor idea de quién eres, así como tampoco sabe si nos llamamos García, Etxebarria, Smith, Brown,  o Cervantes. Una vez que nos vamos de la oficina, jas habría medio alguno por el que se pudiese determinar quién se encontraba detrás de la «Tropical General Trading». Todo bien legal y ojo el caso llamado de los papeles de Panamá levantará alguna ampolla pero no creo que las leyes panameñas vayan a cambiar nada en este tema, porque aporta grandes beneficios al país….espero no haber dado muchas pistas a algunos sinvergüenzas de este y otro lado del charco.

Por cierto además tiene un buen clima y se come muy bien: recomiendo Restaurante Bucaneros en la zona de Isla Flamenco (Corvina a la plancha y vino blanco) con mis socios Javi y Angel……¿alguien da más?